El trabajo es una actividad humana en la cual el individuo desarrolla operaciones motoras y cognoscitivas mediante mecanismos físicos y mentales que pone en juego y esto determinará la carga de trabajo. La ejecución del trabajo cumple un doble fin el de conseguir los objetivos de producción y el de desarrollar el potencial del trabajador. La carga de trabajo está determinada por la interacción entre el nivel de exigencia de la tarea y el esfuerzo requerido que debe realizarse para llevar a cabo cualquier tarea.
El trabajo conlleva exigencias físicas y mentales, y para poder hacer un análisis eficiente podemos diferenciar el trabajo físico del mental tomando en cuenta el tipo de actividad que predomine. La “carga física” esta determinada por el esfuerzo muscular, mientras que la “carga mental” esta determinada por la cantidad y tipo de información que debe tratarse en un puesto de trabajo. Mulder hace referencia a 2 factores de la tarea que inciden en la carga mental; el primero se refiere a la cantidad y la calidad de la información y el segundo es el tiempo del proceso estimulo-respuesta.
También debemos tener en cuenta al individuo que realiza el trabajo ya que su capacidad de respuesta puede estar en función de algunos factores tales como la edad, el nivel de aprendizaje, el estado de fatiga, las características de personalidad, la motivación, el interés, la satisfacción, etc. Si la cantidad de esfuerzo que se requiere excede la posibilidad de respuesta de un individuo puede dar lugar a la fatiga mental y en este caso se pueden distinguir 2 tipos de fatiga: la fatiga como reacción homeostática del organismo por una sobrecarga de trabajo accidental, y la fatiga crónica que se da por una determinada carga que se va repitiendo constantemente.
Para evaluar la carga mental debemos tener en cuento dos tipos de indicadores: los factores de carga propios de la tarea y los que su incidencia está en el individuo. Dentro del indicador que hace referencia al individuo, este se determinará en base a las reacciones de la persona frente a un exceso de carga, es decir a las alteraciones fisiológicas y psicológicas que pueda sufrir durante el proceso. Mientras que para los factores de carga propios de la tarea existen diversos métodos objetivos para la evaluación de las condiciones de trabajo basándose en algunos criterios de evaluación.
Un ejemplo es el método de Perfil del Puesto (R.N.U.R) que utiliza el término “carga nerviosa” definido como las exigencias del sistema nervioso central durante la realización de una tarea y que se basa en dos criterios: las operaciones mentales (acciones donde el trabajador elige la respuesta) y el nivel de atención (trabajo en cadena, ambiente, duración del ciclo).
En conclusión dentro la organización de un puesto de trabajo, empresa, hasta en la propia universidad o cualquiera que sea el caso se deben de tomar en cuenta diversos factores con el fin de prevenir la aparición de de la fatiga, en especial de la fatiga mental que es sin duda la más desgastante en el ámbito laboral, entre los factores podemos considerar a la cantidad de información recibida; el ritmo de trabajo, la calidad de la información recibida, el ritmo individual de trabajo, la distribución de pausas y por ultimo el confort ambiental del puesto.
El trabajo conlleva exigencias físicas y mentales, y para poder hacer un análisis eficiente podemos diferenciar el trabajo físico del mental tomando en cuenta el tipo de actividad que predomine. La “carga física” esta determinada por el esfuerzo muscular, mientras que la “carga mental” esta determinada por la cantidad y tipo de información que debe tratarse en un puesto de trabajo. Mulder hace referencia a 2 factores de la tarea que inciden en la carga mental; el primero se refiere a la cantidad y la calidad de la información y el segundo es el tiempo del proceso estimulo-respuesta.
También debemos tener en cuenta al individuo que realiza el trabajo ya que su capacidad de respuesta puede estar en función de algunos factores tales como la edad, el nivel de aprendizaje, el estado de fatiga, las características de personalidad, la motivación, el interés, la satisfacción, etc. Si la cantidad de esfuerzo que se requiere excede la posibilidad de respuesta de un individuo puede dar lugar a la fatiga mental y en este caso se pueden distinguir 2 tipos de fatiga: la fatiga como reacción homeostática del organismo por una sobrecarga de trabajo accidental, y la fatiga crónica que se da por una determinada carga que se va repitiendo constantemente.
Para evaluar la carga mental debemos tener en cuento dos tipos de indicadores: los factores de carga propios de la tarea y los que su incidencia está en el individuo. Dentro del indicador que hace referencia al individuo, este se determinará en base a las reacciones de la persona frente a un exceso de carga, es decir a las alteraciones fisiológicas y psicológicas que pueda sufrir durante el proceso. Mientras que para los factores de carga propios de la tarea existen diversos métodos objetivos para la evaluación de las condiciones de trabajo basándose en algunos criterios de evaluación.
Un ejemplo es el método de Perfil del Puesto (R.N.U.R) que utiliza el término “carga nerviosa” definido como las exigencias del sistema nervioso central durante la realización de una tarea y que se basa en dos criterios: las operaciones mentales (acciones donde el trabajador elige la respuesta) y el nivel de atención (trabajo en cadena, ambiente, duración del ciclo).
En conclusión dentro la organización de un puesto de trabajo, empresa, hasta en la propia universidad o cualquiera que sea el caso se deben de tomar en cuenta diversos factores con el fin de prevenir la aparición de de la fatiga, en especial de la fatiga mental que es sin duda la más desgastante en el ámbito laboral, entre los factores podemos considerar a la cantidad de información recibida; el ritmo de trabajo, la calidad de la información recibida, el ritmo individual de trabajo, la distribución de pausas y por ultimo el confort ambiental del puesto.
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