martes, 13 de abril de 2010

¿QUE ES ESO DE LA ETICA PROFESIONAL?

La palabra curriculum vitae se refiere a la comunicación de lo que hemos hecho en nuestro oficio o nuestra profesión, reducido a un mero registro cronológico de habilidades, aprendizajes y puestos desempeñados. ¿Qué es lo que todos o casi todos hacemos? Trabajar, un oficio, un empleo. La palabra profesar significa “declarar o enseñar en público”. Un profesional renuncia a sus intereses personales, cualesquiera que estos sean y se pone al servicio de los intereses de su profesión.
Para la moral valen más los actos de justicia, templanza, la responsabilidad y especialmente la autenticidad, por ello una falla profesional es algo muy grave, porque el ethos no permite infidelidades o violaciones: el que las comete no es un profesional en falta, simple y radicalmente ya no lo es más. La ética del trabajo le obliga a desear sólo que quede bien hecho lo que hace, ya que la responsabilidad profesional nos obliga a hacer nuestro trabajo lo mejor posible.
La “ética del trabajo” significa un compromiso ineludible con nosotros mismos de hacer bien las cosas y es algo que no se debe dejar de cumplir; por eso bajo cualquier circunstancia es preferible vivir bien, que evitar o huir temerosos de la muerte. Cuando uno actúa con la ética del trabajo es que ha logrado integrar el quehacer con su propia vida y con los demás. Sin ética lo que se hace queda reducido sólo un modo de obtener dinero, pero no tenemos propiamente trabajo. El trabajo no busca primariamente el sueldo, la ganancia o la remuneración, sino la necesidad de cumplir con ese compromiso con nosotros mismos para hacer algo que nos permita ser.
¿Por qué nuestra profesión es una vocación? Porque es un llamado que viene de nuestro propio ser, de lo contrario es muy probable que nuestra vida sea infeliz o desdichada. La ética profesional nos garantiza la serenidad y la tranquilidad de ánimo por haber hecho lo que creímos sinceramente que teníamos que hacer.
El requerimiento pragmático de eficiencia usa a la persona como medio para conseguir beneficios o utilidades, en cambio la exigencia ética de eficiencia toma al hombre respetándolo como fin en sí mismo, y a su labor, como algo digno del mismo respeto de lo humano.
La ética por si sola es una disciplina filosófica cuyo objeto de estudio es el comportamiento moral de los hombres, que incluye desde la conciencia moral hasta nuestros juicios y valores morales. Se puede ser honesto y al mismo tiempo obtener utilidades. Pero no basta solo con contar con buenos deseos morales.
La ética profesional no depende directamente de ciertas normas o códigos, sin embargo muchos quehaceres tienen sus propios códigos, reglas o normas y pareciera que fuera suficiente con hacer lo que ellos mandan para estar con la conciencia tranquila, pero la conciencia moral nunca esta tranquila frente a los conflictos que nos ofrece siempre el repertorio de nuestras posibilidades vitales. La responsabilidad es la imposibilidad de apelar a un pretexto, por bueno que pudiera ser, para justificar el hecho de que no hicimos lo vital y profesionalmente lo que teníamos que hacer.
El ethos de nuestra profesión nos exige actuar sin esperar nada a cambio más que la satisfacción de haber cumplido y por el interés de estar bien con nosotros mismos. También es preciso distinguir entre ser profesional y ser profesionista: el ser profesionista es mantener un compromiso con un determinado saber teórico y practico con los demás; mientras que el ser profesional implica una peculiar forma de responsabilidad en la realización de un trabajo y capaz de mantener un compromiso mas fuerte y firme con lo que hace y con la manera en que lo hace.

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